~ mi señuelo

ya postee esta foto.pero me di cuenta que cuando la postee, solo lo hice por que era linda y en el momento me di cuenta que estaba buena. Pero hoy lo hago por que, pensando y pensando en las miles y miles de cosas que piensa uno, pienso en uds...

Muchas veces pasa que te angustias por algo, que estas preocupado por otra cosa, que no tenes tiempo ni para pensar en vos mismo.
Hay días en los que preferís que te trague la tierra, o tener una máquina del tiempo para volver todo atrás, sean años, semanas o días, porque queres deshacer algo que ya esta hecho.
En algunos momentos quisieras poder sacarte el cerebro y dejarlo en remojo un largo rato, o tirarte a dormir una siesta de días. Por ahí, sentarte y hacer un stop en la rutina: pararte en el medio de Acoyte y Rivadavia, en la boca del subte, mientras la gente te empuja y te pasa por al lado, para, solo, mirar el cielo y suspirar.
¿No sería increíble tener esos segundos de felicidad al menos una vez cada día?... Esa salida, ese escape, ese reseteo de la pc, ese arranque de hoja de un cuaderno, al tacho y a una nueva, ese ‘mañana será otro día’, esa sensación de cerrar los ojos muy fuerte e intentar abrirlos y haber escapado a otra realidad.
Cuando todo se ve tan negro o tan gastado siempre hay cosas que la vida te da, para probar si aún todavía podes sonreír. Por que ella sabe que de las muchas cosas que nos pasan, buenas y malas, tendemos a sentir un abismo a cada problema. ¿Nos olvidamos de cómo sonreír? ¿Nos olvidamos de cómo saltar los obstáculos?
Por eso, para probarnos, siempre vamos a tener señuelos. Los señuelos no nos guían, nos atraen hacia algo, en este caso: algo mejor.
Te atraen y te seducen. Tienen esa energía, esa sonrisa, esa vitalidad que nos llama la atención. Ese llanto, ese grito, esos enojos que nos preocupan, pero también nos atraen. Esas coincidencias, esas complicidades, esas miradas encontradas que nos arrebatan la vida.
Los buscamos de muchas maneras, los encontramos en muchas personas.
Nos ayudan de diferentes formas, nos muestran muchas veces el camino. Pero muchas otras, nosotros tenemos que estar para ellos. Es un tire y afloje. Es parte de lo recíproco de la vida. Dar para recibir y recibir para dar.
Cada vez que cierro los ojos y busco el cielo para suspirar. Cada vez que quiero dormir por semanas. Cada vez que siento que las lágrimas no se van a acabar jamás. Cada vez que el nudo en el pecho nos quitó, ya, todo el aire…
Yo busco mis señuelos.
Por que me hacen no pensar en nada y a la vez, pensar en todo.
Por que amo el dolor de panza de la risa.
Por que cuando miro a mi señuelo a los ojos, me reflejo. Pero de una manera especial…Nos reflejamos los dos.
Se que estas pensando, cuando me estas mirando.
Se que nos reímos y por dentro pensamos: ‘gracias por estar’.
Porque siento que los apretones de mano, los guiños, los abrazos, los te amo y hasta los maltratos, salen plenamente del corazón.
Por que prefiero cerrar los ojos, pensar en mi señuelo y saber que nada pasa. Que nunca nada va a cambiar. Pero, aunque todo cambie, como todo en la vida, mi señuelo nunca va a dejar de estar.

Mi señuelo son mis amigas… ¿Cuál es el tuyo?