26.8.09

hide-and-seek

Es una hermosa noche para escribir. Es una linda noche para mirar las estrellas en la terraza con vos, el viento y mucho silencio…
Es una linda noche para creer que sólo estamos jugando escondidas. Que si no estás es por que te escondiste o porque quizás yo tenga los ojos cerrado para poder verte. Pensar que todo esto es cuestión de no más de una cuenta hasta 100.
Pero lo triste de esta linda noche es saber que no es así. Que un juego tan simple como era el que debíamos jugar se tornó más que complicado. Solo había dos reglas: escondernos, para luego buscarnos, y nos perdimos en la primer parte.
Nos escondimos muy bien, contamos hasta un millón o simplemente alguno de los dos se olvidó a que juego jugábamos y se fue.
No sé. Sólo se que es una hermosa noche para escribir. Por que la vida sigue, mañana va a hacer 30 grados en pleno invierno, el domingo llueve, yo soy yo y vos seguirás siendo vos. Pero no seguirá habiendo ningún nosotros. Quizás no supimos jugar por el simple hecho de ya no ser más niños. Debería ser lo contrario, cuanto más grandes somos más capaces nos volvemos, pero, lamentablemente, muchas veces dejamos de lado ese tercer ojo que tenemos de chicos y esa euforia interna por jugar a un juego tan simple. Por que no dejaba de ser eso, algo simple. Sólo teníamos que dejarnos llevar por nosotros mismos. Nuestra habilidad de escondernos. Nuestra habilidad de buscar. Vos te escondías, yo te buscaba. Yo me escondía, vos me buscabas. Nos escondíamos, nos encontrábamos.
Nos encontrábamos. Y si… nos encontramos, pero nos encontramos jugando juegos distintos. Suele pasar.
Cuando jugas escondidas, contas hasta 100 pero no sabes ni dónde, ni pensando en qué, ni en que posición va a estar la otra persona. Sabes que tenes que contar… y después buscar.
Cuando te escondes, sabes que te tenes que esconder, no sabes ni como va a llegar la otra persona, ni en que tiempo, pero sabes que va a llegar. Debería, no todos llegan.
Quizás era mejor que vos te escondas y yo te encuentre. No es por alardear, pero yo sabía que iba a llegar a vos. En cambio, vos no.
Pero…que linda noche, para elegir otro juego, quizás para dejar de jugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario