2.10.11

Efecto círculo

Empezar la semana con la peor onda. Continuarla intentando remontarla. Llegar a su fin poniéndole toda la onda. Reventarme el fin de semana. Terminar el domingo deprimida.
Inevitable círculo vicioso que siempre va de frente al encuentro con la nada.
No nací para estar sola. Y ahí está. Ése es el punto, el meollo de la cuestión.
Sí, ya superé a mi ex, o al menos en eso ando. Sí, ya me estoy por recibir. Sí, tengo un laburo. Sí, sí, sí. Pero no.
Creo que mis intenciones son otras, creo que no nací para ser una trola. Creo que no nací para andar sola por ahí, ¿cómo se dice? No tengo madera de solitaria. Paradójicamente me encanta estar sola, pero al nivel "tener mi espacio", no a nivel vivir sola en su totalidad.
Pero se da que estamos en un siglo muy complejo: el Siglo de la Forrada. Todos forreamos: Yo forreo, tu forreas, nosotros forreamos, ellos forrean, vosotros forreais.
¡Es real! Nadie quiere hacerce cargo de nada. Nadie quiere tomar responsabilidades, en ningún aspecto. Yo me cansé: No puedo luchar contra ellos, son muy fuertes. Mierda! no puedo unírmeles tampoco. Soy especial. Todo me importa demasiado.

Es tortuoso. Necesito firmeza, seguridad. Necesito que dios deje su Tom Collins, se calce unas cancheltas y se tome 5 minutos para bajar y decirme; Nena, las cosas son así y tu misión es ésta.

Si sigo terminando mal los domingos voy a cometer muchas equivocaciones, siendo estas armar un bolso e irme a a la pija con 100 pesos en la billetera y un pasaje de micro al campo más recóndito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario