10.3.12

La JOYITA de la familia

Imagínense que el tipo está indignado por que me tomo un taxi por 5 cuadras o por que ahora, en este mismo momento, en mi cama hay paquetes de Skittles vacíos. O porque ayer salí y hoy hay olor alcohol en la pieza.
El tipo está decepcionado con la vida que llevo. Ahora, que ilógico ¿no?, creí que el que tiene que estar contento de la vida que lleva es uno mismo. Se suponía que era suficiente. Pero no, no lo era.
Por eso vino la era del dolor de concha. Un suave pero agudo dolorcito genital provocado por el cansancio mental que provoca LA FAMILIA.
Qué groso poder patear mi propia mugre y estar conforme. O qué groso poder levantarme en tetas y comer el sánguche, dejando que las migas caigan sobre el sillón.
Pero, en lugar de eso, lo groso es el espesor de mi paciencia que estaría por estallar si hay que seguir viviendo acá, queriendo a estos boludos y, además, leyendo a los boludos que quieren a sus familias. Por que los hay, lo puedo demostrar con pruebas:
Cataratas de fotos a los desagradables besos entre ellos, con abuelos babeados, en el geriátrico, invaden las redes para recordarnos lo crudo que es el mundo. Lluvia de comentarios como "a vos, papá, que me miras desde el cielo", cuando el pobre tipo esta bajo mil tierras y forros usados.
Lo gracioso, si es que le asignamos algo de gracia a este terrible carma que es la familia, es que todas son distintas pero igual de insufribles. 
Casi que hasta se pueden clasificar. Tenes a la familia a la que yo le llamo la familia "Mambito británico". Todos los integrantes se creen un poco más de lo que son. Tienen una patología similar a la de esos piraditos que miraron mucho Dragon Ball Z en la adolescencia y ahora hacen aikido, llevan sushi en la luncherita de Hello Kitty, se masturban mirando manga y su avatar de Twitter es la cara de Sailor Moon. Alguno de los padres es profesor de inglés, en general la madre. A penas egresó de la facultad y ya se rebautiza como monja, pero en vez de ponerse Sor Juana o Sor Consuelo, las ex Margaritas renacen como Miss Margaret y las Patricia, como Miss Pat. Ellas, por sobre todo, y su familia por una cuestión de contagio pegajoso, creen que no están aquí, sino en Inglaterra. Cuando se despiertan, el padre lee The Times, se preparan eggs on toast, miran la BBC y en sus diálogos casuales incluyen - como fórceps- un slang británico incompresible para el resto de la gente. Los hijos leyeron todos los libros de Harry Potter y escuchan Robbie Williams. En general esta clase de familia vive en una especie de burbuja química (que esperemos que sea venenosa para el aire que respiran) que se aplica a todos los tipos de profesorados. Los de educación física, llenan la casa de pelotudeces de gimnacio. Las de biología, de VHS con documentales de NatGeo mal grabados, y así... Pero todos comparten una característica: Ninguna familia parece tener carácter, a todos les falta.

Pasamos a la familia "primeriza". La pareja se casó hace 4 meses y ya tienen dos hijos. Ambos tienen 28 años y entienden igual de la vida que una persona que inhaló unos 5 kg. de Poxyran.
La casa parece la de "Los tres chanchitos", se derrumba con un soplido. Como los padres no pueden controlar al malón de vagos y agrandadas que le tocaron como hijos, se angustian y eligen los peores recursos para sofocar un motín: Ella pega gritos quebradizos, los acusa frente
al padre o rompe en llanto en la mesa de la cocina. Él, se va de la casa y vuelve a la madrugada.
Los padres y también sus hijos, a medida que crecen, renuncian repetidamente a sus mediocres empleitos part y full time. En general, ella es chiquita y trabaja en mil lugares para llegar a fin de mes y él es remisero.  Para fin de año, los pibes se aburren de que les griten o ignoren y se empiezan a drogar.

No podemos olvidarnos de las familias "Entusiastas". Ella y el hacen de todo, salen a correr, van al club, toman sol, hacen dietas y siempre tienen un speach insoportable acerca del optimismo en la vida. Ambos se niegan a aceptar que su ética de vida es un comodín de relleno que no le importa a nadie, y menos a los hijos. En su tiempo libre, los entusiastas hacen manualidades como pintar la casa, o reparar el marco de un cuadro viejo. En general son adinerados, pero lo hacen ellos porque en la Vogue salió que las actividades de a dos son afrodisíacas. Entonces si la Vogue dice que se tienen que meter un pepino en el culo para que llueva, lo hacen. Todo siempre de a dos. La hija se anotó en Gran Hermano, y no quedó. El pibe toma anabólicos.

Y, por último, la familia "vieja perinola". Ellos tienen 80 años y un hijo recién nacido y no entendes cómo. Poseen siempre más de 3 hijos y todos son de edades espaciadas y hasta, a veces, de distintos padres. La casa siempre huele a polilla, naftalina y todo eso. En general el padre tiene alguna anomalía bucal y escupe cuando habla, por lo que los hijos tienen vergüenza de llevar amigos a su casa.
Se arman discusiones constantes, en las que todos terminan gritando. Los hijos mas grandes se van a dormir de sus novias y los más chicos se encierran con llave, mientras los padres, ancianos, siguen gritándole a la nada cháchara inconexa y digreciones antiguas a cerca de la vida. Ambos, en especial ella, se va por las ramas y opina sobre todos los temas (desde política internacional hasta trucos para el ViceCity). El padre le toca la cola a la vieja cuando pasa por al lado, mientras los pobres pibes se sacuden nerviosos del asco.

Todas y cada una de ellas son la muestra fehaciente de en lo que nos metimos desde el day one en que nacimos y, muy inocentemente,  nos lavaron la cabecita. 
Cáguense de risa pero yo estaba segura de tener el recuerdo de la risita frívola de la partera mientras me lavaba. Se estaba cagando de risa de mí. Cuánta razón!


3 comentarios:

  1. No deja de ser un punto de vista, una mirada sobre el mundo y las características de lo que conocés de él.
    Como todo blogger cometés el error de encasillar para ejemplificar. Es, te diría, casi un vicio narrativo que tenemos.
    Pero la verdad es que etiquetar no debería pasar más allá del juego virtual que nos permiten algunos sitios para rotular, acomodar y direccionar a las personas, lugares y momentos.
    Hay familias de todo tipo, de diferentes números y hasta de diferentes tipos de vínculos.
    Y no todas se odian o se aman hipócritamente. No existe la fórmula de éxito tampoco.

    Generalizar siempre cierra puertas al conocimiento de algo nuevo. Generalizar es indiferencia, también ignorancia.

    Me gustó lo que leí, tenés una linda manera de relatar tus ideas. Pero me quedo parado en la postura de que este, fue un pensamiento generalizado que busca la identificación por lo ajeno más que por lo propio.
    Quiero leerte cuando mires más adentro.

    Saludos.
    CS.

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  2. Me tomó un par de horas terminar de entender si eras una mezcla interesante de cinica y conchuda o si era más Chicabienqueporpiensaqueporventilarunpocodedesequilibriovaasermáscool. Al final me decidí por dar un salto de fe y pensar que tenés algo roto adentro, pero que es de verdad.
    Creo que lo que más me gustó fue el concepto de "ME DESENREDO DE UN GORDO ELECTRICISTA PARA ENREDARME CON OTRO GORDO ELECTRICISTA", deberías leer "Fragmentos del discurso amoroso" de Barthes. Es un libro de mierda, de esos que te muestran cosas que una vez que las ves, no las podés dejar de ver (siempre tengo la necesidad de incorporsar la palabra "desver" al castellano). El tipo tiene un tema con la tiranía del teléfono que no suena que me parece que se ajusta a vos.

    Felicitaciones, muy rico todo... no, por favor, gracias a usted.

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  3. Genial querida esta y entrada me recuerda a por qué te dije por twitter que me gustaba tu blog, tu forma conchuda de escribir (con amor obviamente) me recuerda a mí.
    Muy bueno!

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