Es difícil no pensar si todo tiene que ver con él. Muy trillada la frase, lo sé, pero es tan cierta.
Me agacho a tirar un papel en el tacho y escucho, muy bajito, la cancion que nos dedicamos los primeros meses.
El colectivo esquiva un piquete y agarra por la calle, por dónde siempre caminábamos de la mano y, así sucesivamente.
Y, de apoco, sigo cayendo en la cuenta de todo el tiempo que pasó y de que nunca pense de que me podía llegar a faltar tanto algo como me falta ahora.
Es horrible el vacío; es horrible levantarte en las mañanas, en medio de esa inconciencia estúpida donde no das cuenta de nada, creyendo que sos feliz y... luego de 3 segundos, acordarte de lo miserable que es tu vida y de que todo lo que te hacía sentir bien, ya no esta.
Trato de no pensar... porque si pienso un segundo me largo a llorar en cualquier lado. Hoy viajé todo el camino de ida al trabajo, llorando. La gente en el colectivo te mira con una mezcla de pena, desentendimiento e intriga. Pruebenló alguna vez! Es interesante la relacción.
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