14.1.11

v a c a c i o n e s

Me voy.
Mi amor, te voy a extrañar mucho.
Trabajo, nos vemos en disney.
Centro urbano horrible, ojalá desaparescas.
Calor porteño, me voy a cagar de risa de vos.
Transporte público, suerte! que sigas siendo subsidiado por el estado que vas bien;)
Compañeros de trabajo, que les sea leve!
Retiro, mejor que no te pongas la gorra y todo sea normal.
Sindicalistas, NI SE LES OCURRA!
Playa, no me recibas con aguas vivas por fi!!
Amigas, Iupi! nos vamos a super divertir!!
Vacaciones, HOLA! aquí vamos...

6.1.11

Recuerdo perfectamente esta sensación. También recuerdo cuanto la odiaba y porqué.
Esa congoja que me presiona el pecho, tan fuerte que termino escupiendo lágrimas en donde sea.
Lo único que necesito es no volver a esto, no se si yo lo busqué, o qué. Lo único que puedo jurar es que esta vez hice un esfuerzo inhumano para no volver a sentir esta angustia. Y aquí estoy...
¿Por que es tan difícil? No soy perfecta, ya lo se, pero... juro que el esfuerzo que hice todo este tiempo es inexplicable, la cantidad de cosa que cambié por esto... ¿Todo para qué?
A mi sólo me queda mi almohada y mi dolor. Quiero dormir un buen rato.

4.1.11

Sueños del momento

La verdad es que quiero saber por que pienso tanto? Pienso hasta que me sangran las neuronas y, ahí es el momento en el que debo parar, pero NO, en su lugar, me pongo a pensar: '¿Porqué me sangran la neuronas?'
Osea: estoy pensando en pensar. Ya es un punto intolerable. Necesito prenderme un cigarrillo en la oscuridad de una habitación con nada más que velas.
No necesito un hombre, ni un trabajo, ni plata, ni una carrera. Necesito un puf semi roto, un cigarrillo, y un cielo estrellado y de noche. Sueños de adolescentes con tintes de rebelión se acrecientan.
Quizás poner una música relajadora de fondo. Owl city o lali puna, no lo sé. Apagar el celular, no recordar los quehaceres del día siguiente y, tal vez, una copa de vino dulce bien helado.
Luego, una cama mullida donde dormirme, levantarme tarde y casi en la misma posición en la que me dormí, dando indicio de haber dormido tan profundamente que ni siquiera necesité moverme de manera inquieta.
Que sea de día, una mañana bien soleada, un jugo de naranja con un libro y un solero tan cómodo que no sienta que lo llevo puesto.
De repente podría sonar el timbre y, asomándome por el balcón vería a dos amigas en una camioneta roja con caja y todo, la música a todo volumen, gritándome y haciendo señas que baje.
Sonrisa en el rostro y, a la velocidad de la luz, cambiarme el solero por un short y una musculosa, ojotas y listo!
Ya esta! Camino a la ruta y a donde nos lleve el mundo!