8.6.11

La soga

Ya se lo que es lo que me tiene así. Ya se que es lo que me hace estar atada al pasado. Es la esperanza (Claro! Siempre lo es) que no me deja soltar.
Es el preguntarme si cada vez que ve pasar al colectivo que lo llevaba a mi casa se acuerda de mi. O si cuando le preguntan donde compro esa remera, se acuerda melancolicamente que yo se la regalé. ¿No busca pequeñas excusas para verme en algún lugar, donde sabe que estaré? O, cuando deja de salir un viernes con amigos y se queda en su casa, ¿no le palpita en 
el alma la certeza de que estaría conmigo en el cine o en algún otro lado?
Me pregunto si al ver a un amigo hablando de su novia con tanto amor en los ojos, no le dan ganas de verse igual a él mismo, conmigo. O si, cuando alguien se vanagloria de sus maravillosas vacaciones, no le surge ese impulso eléctrico de hacer ese viaje que tanto planificamos. Cuando me ve en los pasillos, ¿no siente la respiración cortada y las piernas flojas? Al verme conectada al msn, ¿no tiene ganas de saber que es de mi vida? O si, paseando por la calle, pasa por esos lugares habitué nuestros, no le da un 'no se que' incurable. Si ve a una chica linda en el colectivo, luego de pensar que es linda, ¿no piensa automáticamente en que no le interesa solo por que no soy yo? O, si cada vez que alguien me nombra, ¿no le pasa una euforia mezclada con tristeza muy dentro del pecho, como si sonriera llorando?. Y si me ve en la calle y se da cuenta que yo lo vi también, ¿no piensa que el destino nos puso ahí solo para vernos y que algo significa? O cuando escucha una canción con una letra penosa y desgarrante, ¿no la relaciona conmigo instantáneamente y compara parte por parte sus estrofas con la realidad?
¿No piensa en que 3 meses no es mucho tiempo y que todavía tenemos oportunidad de volver a empezar? O, si probo estar con otra mina, ¿no se sintió vacío, estúpido o, inconscientemente, como haberse estado mintiéndose a si mismo por intentar algo que desde un principio sabía que no funcionaría? ¿O quizás la simple justificación del fracaso fue, nada mas y nada menos, que 'ella no tiene nada malo, solo que no es mi Daniela'?
No se topó con un pensamiento revelador, en estos 3 meses, en el que se dijo: 'Listo. No puedo vivir sin ella'?   
Y creo que ahí esta el nudo de la soga que me falta desenredar para poder soltarme: Creo o, al menos quiero creer, que la respuesta a alguna de todas esas preguntas fue  en un primer mes, sigue siendo sí después de 3 meses y lo sera siendo después de 6,7 y así...  
También creo que de mi parte seguirá siendo sí y que no voy a soltarlo. Y no porque el me de señales confusas de esas que te hacen correr para un lado un día y para el otro, otro; de hecho, nunca existió en la faz del núcleo fogoso de la tierra una separación mas tajante que esta, sino porque simplemente es así: No puedo soltar la soga, esta vez no.
Hoy se siente igual que el primer día como ex. Hoy se siente como el primer segundo de ex... Hay personas que somos así. Y lo peor (PEOR EN SERIO) fue: dejarlo ir, sin siquiera tomar parte, en nada.   


















Lo bueno de esto es que (eso dicen...) la solución de un problema empieza por reconocerlo como tal. Voy a esperar mas meses y les cuento.





Daniela

















6.6.11

The Hardest Part

"The Hardest Part"

And the hardest part
Was letting go, not taking part
Was the hardest part

And the strangest thing
Was waiting for that bell to ring
It was the strangest start

I could feel it go down
Bittersweet, I could taste in my mouth
Silver lining the cloud
Oh and I
I wish that I could work it out

And the hardest part
Was letting go, not taking part
You really broke my heart

And I tried to sing
But I couldn’t think of anything
And that was the hardest part

I could feel it go down
You left the sweetest taste in my mouth
You're a silver lining the clouds
Oh and I
Oh and I
I wonder what it’s all about
I wonder what it’s all about

Everything I know is wrong
Everything I do, it's just comes undone
And everything is torn apart

Oh and it’s the hardest part
That’s the hardest part
Yeah that’s the hardest part
That’s the hardest part 

3.6.11

Welcoming winter

Y llega el estado invernal tan culpable de la creación de este blog. Llegan las infusiones calientes. Las camas arropadas hasta el hartazgo. Las cremas de cacao para los labios fácilmente palpables. Las canciones románticas en un ambiente cálido. Los guantes, las estufas.
Todo lo que, en un día de verano o primavera, hasta en otoño, es perfectamente superable emocionalmente, en invierno es una tortura. Quedarse un viernes adentro es mortífero, porque previsiblemente con este frío las salidas no son tanto a revolear el culo a un boliche a la orilla del río, sino al cine y después a hacer cucharita.
Entonces... cuando, en un viernes de verano en el que no salís, pensas: 'No, ya está, se va al carajo... estoy muy cansada me voy a dormir con el aire acondicionado a full y que la joda quede para mañana'; en contraposición, una noche de viernes en invierno, en la que no salís, pensas: 'Me voy a ir a dormir sola, con este frío angustiante, sin reventarme ni con una gota de alcohol, teniendo que prender la estufa, yendo hacia ella como una vieja en su ocaso de vida: pantuflas, pasos vagos arrastrando los pies, buzos largos desfiguradores y ojeras)'.
Todo se ve un poco más feo. Bienvenido invierno. Aquí te recibimos, junto a la caja de pañuelos descartables y las batalla de olvidar las viejas heridas, perdida.

2.6.11

Divina suerte

Cuando la gente dice: "Siempre que estás obsesionada con algo, vas a sentir que el mundo conspira en tu contra y te muestra cosas que afirman tu teoría, pero es simplemente tu inconciente. Cuando pensas que estas embarazada, ves más embarazadas; cuando extrañas a alguien, sentis que lo ves en todos lados; cuando estas paranoico con algo, todo el mundo te habla de ello. Pero, simplemente, es tu propia mente articulando de manera cómplice los hechos que en cualquier otro momento serían totalmente normales"
Estoy completamente de acuerdo. Quiero decirles eso. Estoy completamente de acuerdo.
Y estoy segura que, aunque les de una lista de 57 argumentos a partir de los cuales intentara probarles que las cosas que me pasan a mi son REALMENTE COSAS ADREDE y no es una simple articulación de mi mente, debido a mi estado emocional actual, no me creerían. Pero hete aquí EL HECHO, que cambiará esto.

Una colega en la oficina me pide, tediosamente 5 minutos antes de irme, que le haga "el favor del año" y le vaya a comprar unos alfajores a una conocida casa de alfajores, para una persona muy importante que estaba visitando nuestra compañía. Yo tengo ese maldito problema de no poder decir que no.
Yo tapada entre papeles. Sí, dale!
Yo muriendo de hambre a las 14:40 Hs, yéndome a comer. Ah, bueno dale.
Yo 5 minutos antes de mi horario de salida. <¿Podes ir a comprarme alfajores?> Si, ¡obvio!

Y así, sucesivamente...Pero, al final del día, no son más que pequeñas cosas a las que hay que ponerles buena cara.
Pero, esta vez, todos los planetas se alinearon estratégicamente; las luces de diferentes faros acordaron apuntar a un mismo punto del mar que tienen cerca, al rededor del mundo; la maldad del mundo se reunió en sus sótanos oscuros para planear la siguiente situación:
Yo, la casa de alfajores y una agradable mesa, al lado mio, donde una chica sola tomaba un cafe. Un cafe cálido, acompañado de medialunas y leyendo un diario. Desvié mi vista unos minutos para pagar los alfajores y no tuve mejor suerte que la de volver a girar la cabeza, para ver que la persona que ocupaba el lugar del acompañante era, nada más ni nada menos que, mi ex. (¡Esperen! no es mi ex, el último, este vendría a ser el ex anterior a este último ex). ¡De todas formas es lo mismo! La misma porquería con distinto color.
El divino estaba ahí, sentado al lado mío (la pobre diabla recién dejada, que andaba por la vida haciendo favores, comprando alfajores, mientras el merendaba tiernamente con lo que sería su novia.)
Lo peor de todo no fue, ni encontrarlo, ni el rico olor del lugar, ni estar comprando alfajores, lo peor de todo fue la manera tierna en la que se miraban.
Y los previsibles pensamientos que se desataban de manera estruendosa en mi cabeza eran: Dale cobrame, cajera hija de puta, me quiero ir de acá. ¡¡¡¡¡¡¡TRAGAME, MUNDO INJUSTO!!!!!!! (y más signos de admiración)...



Estaban merendando, a la misma hora, en el mismo lugar, en la mesa más cercana a donde yo estaba. Simplemente increíble.
Cuando salí, sólo pude pensar: 'Debería haberme comprado un conito de dulce de leche para la angustia que se viene esta noche'