4.5.09

Inconstante

En la inestabilidad de mi estabilidad.
En el silencio de mis risas.
En el insomnio de mi sueño.
En la obsesión de mi pensamiento.
En el comienzo del fin del día y en el fin del comienzo del día.
Esos lugares dónde estas vos.
Dónde pienso.
Tengo que pensar, ¿que es peor?: ¿de a uno o de a dos?
Tengo que elegir qué es mejor.
Para mí
Para vos.
Si amo sentir soplarme el viento en la cara
O cerrar los ojos y relajar el cuerpo;
no quiero ver venir tu imagen, ni en el suelo, ni en el cielo.
La mente no sana, el cuerpo esta inquieto;
y fácilmente cara a cara me gustaría tenerte y decirte:
te extraño.
No entendiendo todavía cómo algo tan insignificante
hoy se tornó obsesivo e importante:
Te pienso más que a cualquier cosa.
Hoy y ya hace mucho tiempo.
Tratando de conectar los nexos.
Los porqué no resueltos. Las justificaciones del fin, los argumentos del ayer.
Y justificando lo injustificable, llega la noche.
El pensamiento diurno que no da respiro
vuelve el doble de fuerte en todos nocturnos y frágiles suspiros.
Revisa cada beso marcado con fuego inconstante.
Recuerda cada momento contigo.
¡Demasiado inestable!
Sufrir lo inconstante, cambiar lo incambiable.
Ser inconstante en el sentimiento:
Sentir un día ganar pelea y al otro ser derrotado.
Querer buscar una solución.
¿Con vos o sin vos?
Pero mejor.
Mejor siempre, no mejor de a ratos.
Mejor noche, mañana y tarde.
Mejor vivir, sonreír y no errarle.
Mejor amar lo que vale la pena, lo que no es inconstante.

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