26.7.11

Era sólo un sueño

Es estar harta. Estar saturada. Querer largarse a llorar. Sentirse muy estúpida.
Estar desde hace 5 meses con esta pelotudes y no poder superar que un enfermo te haya dejado. Es sentirse tan boluda y tan herida en el orgullo que tenes que escribir este texto en tercera persona, para no sentir la patetía de la 1era.
Es tenerlo sentado al lado, todos los días. Evidenciando lo poco que le importa todo y lo mucho y muy rápido que superó todo esto.
Es tener que bancarse que esté de charla media hora con la pendeja de al lado, entre sonrisita y sonrisita.
Obviamente, es sufrir como un escuarzo, por que sólo soñás con él y con todo lo referido a 'quererse morir'. También es tener ataques de pánico o taquicardia, por que estas nerviosa y angustiada a la vez. Es llorar en los boliches, sólo porque pasan su canción. Además, es estar en el laburo escuchando música y ponerla en silencio sólo para escuchar que dice o que deja de decir. Para escuchar su risa.
También es pasar por su escritorio y mirar rápida y compulsivamente si hay algo que evidencie una relación amorosa actual o algo que te hable de él, de como está, de que está haciendo.
Es troturarte los fin de semanas pensando en que estará haciendo y después escuchar como lo relata y comprar si estabas en lo correcto o no.
Es que cada risa y cosa alegre que cuente te de bronca, te de rabia. 'Pero mira lo feliz que es, la re concha de su madre'.
Y van a decir que todo esto es estar obsesionada, porque obviamente es así. Pero no se puede controlar. No se puede elegir que soñar y que no. No se puede elegir si levantarte llorando y temblando o no. No se puede evitar que los ojos se vayan de reojo a mirarlo. Es somatizar con dolores o mareos que no estarían si fueras feliz. No se puede evitar pensar que estará pensando de vos hoy o, mejor dicho, si estará pensando en vos o, mejor mejor dicho, si pensará algún momento de su vida en vos.
Es evidente: Es depender de un hombre, para ser feliz. Es patético, además de evidente.
También esto significa que a tus amigas ya no les importe si lloras mientras ellas bailan, porque: 'hace 5 meses que estás con lo mismo y ya deberías superarlo'. Y tienen razón.
Es normal promulgar unos 15 suspiros por hora, a tal punto de que no notas siquiera que estas suspirando con tintes de angustia.
Y, por sobre todas las cosas, es estar fantaseando de qué manera te va a pedir de verse. Fantasear sobre como va a ser su reencuentro. Te importan un pepino los demás hombres.
Te importa más lo que está contándole a tus compañeras de piso (que es una boludes), que el quilombo que se te está desatando en tu Outlook. Es la bronca, que lo único que hace es crecer. Es odiarte a vos misma por no poder salir de ese agujero. Es no tener la fuerza de voluntad de olvidarte y es tener el dolor en el pecho y la lágrima de mierda que siempre está a punto de salir. Vivir con rabia. Odiar a todos. Es odiarlo todo el tiempo, pero cuando lo miras es darte cuenta de que no lo dejaste de amar ni un segundo de tu vida.
Es sólo tener ganas de irte a dormir, pero a la vez no, porque sabes que vas a soñar con él y, al levantarte, puff!! era todo un sueño.

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