8.12.11

El ex novio: super héroe repentino.


Una vez, hace ya muchos años, era chica y tenía esas infantiles ganas de tener una agenda, aunque no la necesitace. No tenía nada que agendar, ni reuniones que anotar, ni cumpleaños o fiestas desenfrenadas a las que concurrir. Sólo la quería por el hecho de sentirme más grande, como toda niña quiere. Juega a ser mamá, a la trabajadora, a casarse... La verdad no me acuerdo mucho de mi infancia, de manera detallista. Creo que todos la mantenemos como algo lindo en nuestros recuerdos, pero es sólo eso: una linda y gran nebulosa de nuestra infancia ya pasada. Pero sí hay algo que recuerdo bien, algo de esa agenda que recuerdo muy bien. Era una frase que estaba escrita con letra enrrulada en el margen superior de una de las hojas del calendario (sí, eran ese tipo de agendas cholulas y románticas que ponían frase inservibles y mentirosas en toda la agenda, que quizás de chica no nos tocaban sentimentalmente pero que después serán esas frases que te ayudarían a sentirte más mal de lo que ya se siente uno). Pero esa frase me quedó grabada involuntariamente para el resto de mi vida.
"...El amor es admiración..."
Recuerdo que al principio la leí y pensé: "¡¡Pero qué mentira!!", aunque luego comencé a pensarlo, a pulular la idea en mi cabeza. Era tan cierto. Comencé a repasar una a una todas las personas que quería, muy lentamente. Todas y cada una de ellas tenían algo, un algo por el que yo justificaba quererla tanto. Mi mamá vivió toda su vida rompiéndose el lomo, por sus hijos, o sea nosotros. Siempre admiré de ella que pudiera salir a delante con tantas paliativas que la vida le puso en frente y que ese 'salir adelante', fuera el mejor 'salir adelante'.Mi hermano es, para mí, la persona más culta del mundo. Admiro profundamente lo inteligente que es. Y así sucesivamente...Todos admiramos a quienes amamos, de otra forma no los amaríamos. No creo que exista una sola persona que jure y diga amar a alguien si no admira algo de esa persona, por más insignificante que eso sea. Es más!!, creo fielmente que mientras más admiración hay, más es el amor...

Ella se levanta con una congoja horripilante en su alma. Pasan los días y cree que ya ha superado todo, porque todavía puede arreglarse un poco y salir un fin de semana, pero la verdad es que no. Se levanta temprano y como primer deber del día empieza a pensar que estará haciendo él y, de allí, desde ese primer deber, se desencadena lo que yo llamo: vómito de mitos.

'Seguro ha de estar yendo al trabajo, siempre fue un profesional nato'. 'Siempre supe que estaría destinado a ser exitoso.' 'Seguro esté tomando algo con alguna nueva y afortunada mujer (mejor que yo, obviamente) que lo habrá conocido en alguna interesante reunión a la que habrá concurrido en su día.' 'Seguramente, conseguirá un mejor trabajo pronto, se irá la pequeña empresa donde lo conocí. Comenzará otra carrera y la terminará con un promedio excepcional.' 'Lo más probable es que pronto gane lo suficiente como para irse a vivir solo y alquile un cómodo y perfecto departamento de soltero codiciado de 26 años, en belgrano o palermo.' 'Finalmente, conocerá a una increíble e impactante mujer, digna de ese increíble hombre que yo tenía y no pude enamorar para que se quedara conmigo.'
Pero no, no todo es así...Seguramente el tenga una vida mediocre igual a la de muchos otros hombres recien separados de su pareja, con la que compartían su vida: Tal vez salga con los amigos de vez en cuando a tomar algo, termine ebrio vomitando en una maceta. Jugará al fútbol un día o dos a la semana, cenará con la madre. Quizás sí esté buscando laburo, pero no lo más probable es que aún no haya encontrado nada y NO es realmente tan exitoso o necesario en su trabajo, como ella pensó que era.Tendemos a magnificar las cosas que amamos, a darles una imencidad monstruosa e innecesaria, a pensar que el motivo por el cual un hombre nos ha dejado fue porque no fuimos suficiente para él. Lo admiramos tanto que es esa admiración lo que no deja que nos despeguemos después del amargo e inesperado rompimiento.Pensamos su vida como algo perfecto, que sinceramente aunque pueda llegar a serlo, rara vez lo es. Pero de todas formas si así lo fuera, si realmente llegara a su casa y lo esperaran 5 hermosas mujeres vestidas de gatitas, ronroneando, nuestra vida puede ser aún más perfecta, sólo depende de nosotras.Deberíamos detenernos en admirarnos a nosotras mismas, antes que ese sujeto que, (quiero dejar claro esto) NOS HA DEJADO. Nos ha usado y por, cualquiera sea el motivo, nos ha tirado al tacho como los tissue que aventamos en el cesto del cuarto cuando nos dejó. Todos amedrentados, tullidos y sin color.La admiración construye la perpetuidad del amor, como una barrera de hierro sólido que nunca se cae.
"Que va a estar pensando en mí, si tiene millones de cosas en que pensar", "El era muy perfecto para mí: había hecho la carrera en la UBA sin atrasarse en ninguna materia!!", " Todas las minas que se le tiraron y que el rebotó por que estaba conmigo, ahora van a tener freepass!"
Hermosas frases de admiración que le otorgamos gratuitamente a ese sujeto que tan mal nos hizo y hace. Quizás tuvo un compañero que le hizo los resúmenes todo el año y lo ayudo a llevar la carrera a tiempo, o lo único que hace en el día es volver del trabajo, comer y dormír, y se quema tanto el bocho que no puede dormir siquiera. Tal vez jamas tuvo tanto levante como vos pensas y su vida sigue siendo así de monótona como lo era cuando estaban juntos. La única explicación a todo esto es sólo una: el hombre cobra, injustas, mentirosas y enormes, cualidades luego de un rompimiento. Todas y cada una de ellas entregadas por la mujer, sin que éste siquiera se las haya exigido.Que le guste buscar compulsivamente el razonamiento a cada boludes que ocurría en su vida, aunque esta no lo tuviera, la mujer recién dejada lo ve, ahora, como un rasgo interesante e inteligente. O que tuviera un extraño complejo de edipo y apego excesivo con la madre, al punto de ponerla ante todo y todos, ahora es visto como una cualidad de padrazo y hasta de tierno. El mal sexo que tenían, ahora se lo recuerda como una relación sexual de confianza, conocer al otro y algo de dulce monotonía de pareja. Y así podría seguir enumerando toda la noche.Sólo sabremos con certeza que ya no queremos más a ese sujeto el día que cuando al imaginar un día en su vida lo único que se nos venga a la mente es su imágen lavándose un boxer sucio o explotándose un grano de punta mocosa y blanca, en frente del espejo.
¡Desmitifiquemos al ex, por nuestro bien como mujeres despechadas!

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