1.6.14

Una luz encendida

Qué harías si una mañana despertas y no te acordas de nada?
No recordas su cara, su voz, sus besos, sus caricias, su sonrisa, no recordas la manera en la que te hacia sentir cuando estaba cerca. Casi como si todo lo que pasó hubiese sido un sueño. Casi como si lo que tuvieron no hubiese existido. Como si lo que pasaron juntos no hubiese ocurrido.

Hasta que una noche a oscuras, un cigarrillo consumiéndose en el cenicero, el pulso temblándote y una lagrima cayéndote por la mejilla, te hace recordar... Te hace sentir como si estuviera cerca, como si nunca se hubiera ido eso que nunca estuvo.
El corazón se acelera y las lagrimas caen y golpean con fuerza el piso. La mirada perdida en algo que no existe y la angustia en el pecho de haber perdido algo que, con certeza, nunca tuviste. La necesidad de salir corriendo tras un impulso, un sentimiento, una necesidad de sentir ese calor junto a vos.
La oscuridad avanza, la tristeza envuelve todo y las luces que a penas resisten. Como quisiera que dejases una luz encendida para poder ver. Pero no hay fuerzas físicas que te ayuden a levantarte de ahí y salir a gritarle al mundo que vas a seguir despierta. No hay ganas de creer en nada, porque esa sensación de que es en vano te persigue, te acosa, no te deja respirar. Como quisiera poder respirar.
A veces siento que esto, muy muy adentro, es una señal. Una señal para creerte, para escucharte y para confiar, pero me siento muy sola como para hacerla crecer.
Otro cigarrillo que se apaga. Otra lagrima. Otro recuerdo borroso que se aleja. Como quisiera que supieras que no puedo vivir a oscuras, que a pesar de todo, me volví de vos. De tu risa y de tu voz.
No soporto esta oscuridad otra noche más. Como se hace para vivir, si vivo de algo que no se puede tocar?

Vivir de algo que no existe en la realidad, vaya ironía! Vivir de algo que sólo existe en tu corazón, vaya tortura.
Todas esas sensaciones que eran certezas, se vuelven preguntas.
El dolor del alma se vuelve físico, no deja respirar. Es ansiedad o es vacío. O ambas.
Estás ahí del otro lado? O quizás es sólo un juego perverso más.

Muy cerca del corazón, donde todo es tan claro como el agua, hay miedo. Oscuro y escalofriante miedo. Miedo al dolor, miedo a perderte. Estás ahí del otro lado o es solo una ilusión?
Podes sentir mi corazón? No quiere adivinarte, ni idealizarte, sólo quiere tenerte cerca, hacerte bien.

Qué harías si una mañana despertas y no te acordas de nada? Es esto que se siente lo suficientemente fuerte para traerte de vuelta? Para que te quedes acá? Te dejarías arrastrar por un presentimiento?

Como quisiera que dejases una luz encendida para poder ver...

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