11.8.09

Del vacío y demás...

La normalidad, la triste y más fría realidad.
Me levanto me hago un café, camino todo boyaca hasta Rivadavia y llego al subte. La gente apretada, las minas mal vestidas, los nenes con las mochilas para el colegio y todos con cara de asco (me incluyo). Llego a la facultad, 4 horas de escuchar alguien hablar. Vuelvo a casa. Prendo la pc. Como. Duermo. Me levanto y con el msn en no conectado espío quién está y quien no. Reviso facebook de ves en cuando. Veo los correspondientes programas de TV que no puedo perderme. Ceno y me duermo.
Los miércoles voy a la psicóloga. Pero, por fuera de eso, la vida transcurre así, día tras día. Tengo una canción en repeat hace más de dos horas, pero como que acompaña el sentimiento de todo eso. De toda esa mierda.
Porque es una real mierda. La psicóloga debe funcionar CERO, porque mi vida funciona CERO y quizas no por su culpa, pero tampoco es culpable de hacerla más amena, para lo cual le pago. Pero… sinceramente soy demasiado estúpida y sumisa como para cambiar de psicóloga. Eso incluiría decirle el porqué a ella y a alguien más que me derive a otro psicólogo, el que seguramente me pedirá de nuevo la explicación de porque cambié.
Estoy harta de que quien quiero que me note, me ignora. De que me lleguen mensajes de correo no deseado a la bandeja de entrada. De ver las mismas caras de pelotudos de mis compañeros de curso. A veces creo que me gustaría cursar individual para cambiar de gente constantemente. No saben que horrible es ver las mismas caras sumando o restando uno o dos, todos los días. Por que NO es como quinto año del secundario, donde bien o mal, nos llevábamos todos. Acá y más aún en uade, te miran con asco, te critican, te prejuzgan y ser ríen de vos (me incluyo), es el sistema que te obliga. Criticá, reíte de, prejuzgá a. Sino te pisan, sino sos un nadie. Sino un profesor te dice: ‘’xxx!, pasas desapercibido!
Que loco, a pesar de que todo el mundo me dice de que llamo MUCHO la atención con mi forma de ser, bla bla. Yo me siento invisible. Que extraño.
Me pasa que no sé si usar el pelo lacio o con bucles. Si seguir adelante o estancarme. Si llorar o reirme. Si pedir ayuda u oído de alguien o estar completamente sola.
Me gustaría vivir sola para estar sola siempre. Me quiero adaptar al resto de mi vida.
No quiero salir con amigos, no quiero que me llamen por teléfono (menos que menos llamar), no quiero responder mensajes, no quiero tener un diálogo con algo sobre alguien. Y… creo que ya se porqué es. Porque no tengo nada que decir. No me pasan cosas malas, ni cosas buenas. No me pasa nada. No tengo amores, para contar tristezas o alegrías. Ni me voy a mudar, para que me ayuden a elegir cortinas. No tengo trabajo, para estar cansada o quejarme de el (como todo el mundo) o para amarlo. NO tengo nada. NADA.
Por eso no quiero hablar con nadie. Será egoísta. Sí, es lo más egoísta del mundo. Pero no me interesa de nadie, por que en todos veo reflejado lo poco que tengo yo.
Ok. Lo dije, quien lea esto va a decir. Wow, que forra! Ok, que lo piense. Pero que también piense lo feo que es sentirse así.
Tengo ganas de escribir muchísimo más, hojas y hojas, un libro entero y que se me sigan cayendo las lágrimas mientras lo hago, por que me desahoga, y mucho. Pero… ¿adivinen que? No tengo sobre qué.

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