2.3.11

Era tan obvio.

Ayer estuve en estado de estupidez total. Ignoré todo el día que en el algún momento tenía que empezar mi duelo y planifiqué innumerables salidas para el resto del mes, como si esa fuera la manera de olvidarme.
De hecho, un día después del rompimiento, o sea ayer, salí a bailar. Sí, un martes... patético.
Para sincerarme totalmente, hasta llegue y vomité todo. (aunque eso no se si fue de angustia o de ebria).
Hoy, tengo otro plan mas del estilo after office, pero ya no tengo tantas ganas de ir.
Ayer, inminentemente soñé toda la noche con que salíamos a cenar y me presentaba a la familia. Que era todo un chiste lo del rompimiento y que, en realidad, todo estaba mejor que nunca.
Me levanté llorando, por supuesto.
Creo que el duelo entró en otra etapa: "caer de una buena vez".
Esto esta siendo difícil.

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